La primera diferencia es que ya no huele a plástico quemado, sino a grama natural. Y eso ya es mucho. El estadio municipal de Casa Grande está casi listo para convertirse en la nueva casa de la César Vallejo, que dejará el Mansiche, el cual será remodelado para los Juegos Bolivarianos de noviembre.
Pero la mudanza obligada coincide con la necesidad de jugar sobre pasto natural. Los jugadores y el comando técnico ya no soportan más el sintético. En la nueva casa, el césped, de calidad bermuda, amenaza con ser la mejor cancha del país.
La inauguración se iba a realizar el 2 de junio con el Vallejo-José Gálvez. Sin embargo, el estadio no estará listo para esa fecha. Por eso, la dirigencia ha programado el partido entre ambos para el viernes 31 de mayo en el ‘Mansiche’ de Trujillo. Solo falta que el Gobierno Regional de La Libertad, que ha cerrado el recinto para la refacción, le dé el permiso al club.
En ese sentido, la directiva poeta planea estrenar el estadio casagrandino este 9 de junio (aprovechando la fecha FIFA) con un amistoso entre Vallejo y un equipo extranjero que incluso podría ser una selección de Centroamérica, según le contó a Depor el gerente deportivo Jean Ferrari. Y la inauguración oficial sería con el partido entre Vallejo y UTC para el 16 de junio.
Faltan detalles
La alteración de fechas se explica por el retraso en las obras que son compartidas por el club y la municipalidad, según el convenio. Vallejo ya cumplió con el sembrado del césped, instalar la bomba de agua y dejar casi listos los vestuarios de equipos y árbitros y la sala antidoping. Solo le falta arreglar el techo de occidente y acondicionar 45 butacas para la zona vip.
En cambio, la municipalidad, por los trámites burocráticos, demoró en hacer la firma del contrato con la empresa ganadora de la licitación. Ellos están construyendo la nueva tribuna norte para 3 mil espectadores, las cuatro baterías de baños para el público, el ingreso a la tribuna de oriente y la malla olímpica.
De Trujillo a Casa Grande hay una hora y cuarto en bus y cuarenta minutos en carro particular. Está en pleno centro del valle Chicama, zona azucarera y futbolera de La Libertad. Aquí se espera con ansias que el fútbol profesional. Será histórico.
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